Sara Calmarza Delgado. Enfermera. Calatayud
Comencé mis estudios de enfermería en 2012 en la Universidad San Jorge de Zaragoza. Tuve la suerte de ver muy clara mi vocación desde el principio, gracias a que mi madre se dedicaba a ello. Yo le había visto desde pequeña entregarse a los demás y veía que era un trabajo muy bonito y sobre todo gratificante.
Gracias a la formación recibida en la Universidad aprendí las técnicas propias de enfermería pero también los valores que me transmitieron y que para mí fueron aún más importantes. Dado que es una profesión que trata con personas y además muy vulnerables -ya que se encuentran enfermas- tener una actitud cercana y amable hacia ellas es el punto de partida para poder ayudarlas en todos sus malestares. Me enseñaron que es muy importante tener empatía y entrega con los demás. También paciencia, comprensión y humildad pero no solo con los enfermos sino también con los compañeros.
Sin duda alguna lo que más me ayudó a lo largo de mi carrera fue realizar prácticas en diferentes servicios, porque fue a partir de ese momento cuando sentí que me estaba aproximando más a mi profesión. Gracias a estas experiencias crecí cada día no sólo en el ámbito profesional sino en el personal, madurando, aprendiendo nuevos valores y afianzando otros.
Este año finalicé mis estudios en la Universidad y comencé mi experiencia laboral en el Servicio de Urgencias del Hospital de Calatayud, haciendo una suplencia. Estaba muy asustada, porque era mi primer trabajo y no sabía si mi mente me dejaría actuar en situaciones de gran estrés; pero estaba segura de que era el mejor sitio posible porque iba a tener la oportunidad de aprender mucho. He sentido una gran satisfacción al verme útil y capaz de responder a las exigencias que se me iban presentando, y eso me ha motivado en mi trabajo.
Todo esto también ha sido gracias a estar en un Hospital donde se respira compañerismo y eso es algo muy importante porque si te sientes cómoda en un ambiente irás todos los días contenta a trabajar. Además trabajamos todos en equipo, ayudándonos unos a otros, tomando decisiones juntos y valorando otras importantes entre todos.
A través de mis cuidados a los enfermos he intentado transmitirles confianza para que sintieran mi apoyo y pudieran llevar su situación lo mejor posible. Lo he hecho a través del contacto y la cercanía y dándoles sensación de seguridad. He procurado atenderles lo más rápido posible y con la mejor de mis sonrisas.
A cambio ellos me han regalado el mejor de los recuerdos, su agradecimiento, que me hace sentir no solo buena enfermera sino buena persona, y para mí eso es lo más importante. Me han enseñado a valorar la salud y a observar la fragilidad de la enfermedad. También me transmitieron a través de sus experiencias cómo afrontar y llevar la enfermedad desde puntos de vista diferentes.
Respecto a mi futuro, aunque el Servicio de Urgencias es mi preferido por el momento, considero que debo pasar por otros Servicios para formarme lo máximo posible. He aprendido en los demás sitios por los que he pasado. En mis guardias en el Centro de Salud me he desplazado a los domicilios de los pacientes y muchas veces tuve que improvisar material a la hora de realizar las técnicas ya que no hay tanto como en un hospital. Estuve una semana en una Residencia de Ancianos en la que mi vínculo con el paciente fue mucho más cercano pero sentí la soledad de estar yo sola como enfermera y no actuar en equipo como estaba acostumbrada.
Me siento muy orgullosa de haber elegido esta profesión en la que realizo el mejor trabajo de todos, ayudar a personas.