Pascua del enfermo.

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El día 22 de mayo, la iglesia española, celebra la Pascua del enfermo. Es un acontecimiento que nos lleva a la reflexión sobre la acción de la Iglesia en el mundo de la salud y al enfermedad. Es un reconocimiento a una de las manifestaciones de Jesús, cuando pasaba por los caminos curando a los enfermos.

Este año, en consonancia con la Jornada mundial del enfermo, que se celebró el día 11 de febrero, centra su temática en el acompañamiento al que sufre. En palabras del Papa Francisco, en su mensaje para esta jornada, supone Estar al lado de los que sufren en un camino de caridad. Es la plasmación más práctica del mandato expresado en el evangelio de Lucas (6,36): «Sean misericordiosos así como el Padre de ustedes es misericordioso»

En las celebraciones dominicales del día 22 de mayo, se ofrece la oportunidad de poder participar en el sacramento de la unción de los enfermos para todos los que están enfermos y también de manera genérica a todos los mayores de 65 años. Este sacramento, auténtica gracia, por la presencia sanadora de Dios, porque como recoge el Catecismo de la Iglesia Católica“La gracia primera de este sacramento es una gracia de consuelo, de paz y de ánimo para vencer las dificultades propias del estado de enfermedad grave o de la fragilidad de la vejez. […] Esta asistencia del Señor, por la fuerza de su Espíritu, quiere conducir al enfermo a la curación del alma, pero también a la del cuerpo, si tal es la voluntad de Dios” (CEC 1520). Se recomienda que los enfermos se preparen para recibirlo en buenas disposiciones, con la ayuda de su pastor y de toda la comunidad eclesial a la cual se invita a acompañar muy especialmente a los enfermos con sus oraciones y sus atenciones fraternas.

Los Obispos de la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social han publicado el Mensaje-Pascua-Enfermo-2022 en el que resaltan “Como nos recuerda también el Papa Francisco, el sufrimiento de nuestros hermanos se convierte en una urgente llamada a ser “testigos de la caridad de Dios que derramen sobre las heridas de los enfermos el aceite de la consolación y el vino de la esperanza, siguiendo el ejemplo de Jesús, misericordia del Padre”. Y también nos recuerdan: “El enfermo es siempre el centro de nuestra caridad pastoral. No podemos dejar de escuchar al paciente, su historia, sus angustias y sus miedos. Incluso cuando no es posible curar, siempre es posible cuidar, siempre es posible consolar, siempre es posible hacer sentir nuestra cercanía. Lo que el Papa recuerda a los agentes sanitarios cuando explica cómo «sus manos, que tocan la carne sufriente de Cristo, pueden ser signo de las manos misericordiosas del Padre» es válido para todos los que cuidan a los enfermos.”

Video editado por la Conferencia Episcopal sobe la actividad De la Iglesia (sacerdotes, religiosos, laicos, voluntarios) sobre la actividad sanitaria que se realizan.

ORACIÓN PASCUA DEL ENFERMO 2022: Sed misericordiosos y acompañar en el sufrimiento. 

¡Oh, Cristo, mi Buen Samaritano!
Tú que, al borde del camino de la vida, ves mis dolores y sufrimientos
y lleno de piedad y compasión me recoges con tus manos, llenas de ternura y dulzura,
y me cargas suavemente sobre ti, ¡ayúdame a sentirte junto a mí!

¡Oh, Cristo, mi Buen Samaritano!
Cuídame con tu amor misericordioso, derrama tu vino sobre mis heridas, santifícame con la fuerza de tu Santo Aceite, consuélame con el afectuoso consuelo que tú solo nos sabes dar,
y, cuando vuelvas en el último día, ¡paga por nosotros lo que te debamos!

¡Oh, Cristo, mi Buen Samaritano, nunca te separes de mí!

Amén.