Amor y despedida en el inicio de la vida
Jornadas Encuentro formativo
Organizadas por la «Red el hueco de mi vientre», se celebraron en Madrid el 15 de octubre. Entorno a 60 personas (profesionales y familias, asociaciones dedicadas al duelo perinatal, personas de distintas profesiones sanitarias y no sanitarias), hablamos acerca del significado del dolor y la muerte y de los cuidados paliativos pediátricos y perinatales (bebés que reciben el diagnóstico de una enfermedad limitante de la vida en el útero de su madre, o que son tan prematuros que cuando nacen mueren en un breve plazo de tiempo), y sobre lo que nos han aportado la vida y muerte de nuestros hijos y de las familias a las que hemos acompañado.
Hicimos también un acto de recuerdo a nuestros hijos y los niños que mueren fruto de la injusticia, del hambre, de la explotación de sus padres, de la inmigración forzosa, de las guerras ….
Compartimos nuestras convicciones y los compromisos que estamos dispuestos a llevar adelante:
– Huir del dolor, de mirar a la muerte más de frente, supone más sufrimiento y huir de la vida.
– La vida y la muerte de nuestros hijos inauguran un amor nuevo en los padres.
– Es posible crecer después de la dolorosa experiencia de la pérdida del hijo, amar más, comprometernos más con el dolor de otros, renunciar a la queja, a la autocompasión, incluso a cierta parte de tristeza en favor del amor, del servicio a otros, en definitiva de vivir y hacer posible la vida.
– Los profesionales sanitarios debemos escuchar más a las personas a las que servimos, avanzar en un diálogo común.
– Los padres no quieren que decidamos por ellos, desean vivir consciente y responsablemente el proceso de vida y muerte de los hijos, tomar decisiones, sentirse acompañados y no dirigidos.
– Hacen faltan protocolos asistenciales adecuados y una sensibilidad nueva, para que las familias tengan la atención y cuidado que necesitan ante la enfermedad de sus hijos y la muerte perinatal.
– En España a los padres no se les da la posibilidad de ser atendidos y cuidados por una institución sanitaria si deciden acompañar a sus hijos hasta la muerte natural, porque apenas hay unidades de cuidados paliativos perinatales.
– Los profesionales descubrimos algo hermoso acompañando a padres en el nacimiento de un hijo sin vida, en el cuidado a un bebé que va a morir antes o después. No sentimos que esta sea la parte tétrica de nuestra profesión, porque vivimos que el dolor puede estar entretejido con grandes dosis de amor, de generosidad, … incluso más que cuando todo va bien”
– El servicio es alegría.
Al final de este encuentro, la Red el Hueco de mi Vientre tuvo su primera Asamblea Nacional y nos volvimos a nuestras casas con más interrogantes, más ideas, más planes … a los que responder y poner VIDA.
Red el Hueco de mi Vientre