González Buelta B: Letra pequeña: la cotidianidad infinita

González Buelta B: Letra pequeña: la cotidianidad infinita

Lejos de los grandes titulares, los nombres más mediáticos o las tendencias puntuales, hay todo un mundo cotidiano que pasa desapercibido. Y sin embargo es ahí, en lo habitual, donde se trenza la verdad más profunda, y donde se puede intuir a Dios. Benjamín González Buelta reflexiona, en estas páginas, sobre esa hondura oculta más allá de las apariencias y los sentidos. Con su forma habitual de escribir, tan poética que consigue hacer de la prosa como una canción, plagada de imágenes poderosas, va reflexionando sobre lo escondido. Los lugares de la vida de Jesús se convierten en un espejo de nuestros lugares más cotidianos. Nazaret como el lugar de la gestación. El lago como el espacio fecundo de los márgenes. O Betania como espacio de amistad y también de muerte.

Tres figuras: Etty Hillesum, Egide van Broeckhoven, SJ y Pedro Fabro SJ  se presentan como místicos de la cotidianeidad, al bucear en sus diarios y percibir su vivencia íntima de Dios en los contextos de su vida concreta. La relación entre lo que viven y el Dios al que encuentran, entre lo existencial y lo trascendente, entre los problemas de su tiempo, y el espíritu eterno tejen la última parte del libro.

“No hay que evocar solo los momentos especialmente dramáticos para percibir el escondimiento de Dios en nosotros, sino la cotidianidad en toda su sencillez más desnuda, con toda su belleza y su desgaste. Eso es lo que nos interesa: la fe antes de expresarse en rituales, el amor antes del beso, el compromiso antes del anillo y de la fiesta, la decisión antes del pacto y de la firma. Intentamos percibir el agua antes de brotar en el manantial por la hendidura de la roca. Pero también nos interesa la cotidianeidad después del beso, del anillo, de la firma y del pacto, del agua corriendo entre el lodo, las raíces y las piedras. Porque la cotidianidad es el origen infinito y el camino siempre limitado. Ya sabemos que los gestos de la vida cotidiana, con todo lo que tienen de costumbre y de conocido, encierran dentro de sí un misterio que nos supera, desde donde todo adquiere su dinamismo y su sentido”. (p.64)

(pastoralsj.org)

Benjamín González Buelta,sj, Letra pequeña: la cotidianidad infinita, Sal Terrae, 2015