La Pascua del enfermo es un momento de gracia que nos regala la Iglesia para hacer presentes a todos nuestros enfermos en las comunidades. En este año de la Misericordia cobra especial sentido porque atender a los enfermos ha sido una de las obras de misericordia que tradicionalmente ha manifestado la Iglesia a través de los siglos, y que se ha manifestado a lo largo de la historia en la creación de hospitales, hospicios, leproserías hasta llegar a nuestros centros actuales regentados por Órdenes Religiosas.
El lema escogido para este año no podía tener un mayor calado evangélico, recogiendo la petición de Maria: “haced lo que Él os diga”
Hombres y mujeres de la talla de Juan de Dios, Camilo de Lelis, Vicente de Paul y Luisa de Marillac, Teresa de Calcuta sintieron de manera especial esta llamada a hacer de esta obra de misericordia el sentido de su vida, a ello dedicaron su empeño y su obra.
¿Qué sentido puede tener el celebrar la Pascua del Enfermo?
Recogemos estas palabras de Mons. Antonio Ceballos, Obispo de Cádiz y Ceuta, que expresó en su presentación de la Pascua del Enfermo de 2009:
La Pascua del Enfermo significa:
– que Cristo Resucitado pone en toda enfermedad una semilla de esperanza;
– que Cristo Resucitado convierte el dolor y el sufrimiento en una continuación de su misterio de dolor, en una comunión con su pasión, en una fuente de santificación;
– que la enfermedad ya no tiene que ser una desgracia, que puede ser una gracia. ¡Todo es gracia!;
– que muchas enfermedades pueden ser evitadas, porque son consecuencias de excesos o imprudencias humanas, fruto amargo del pecado; pero la Pascua vence al pecado;
– que la enfermedad como la misma muerte, son sólo un paso hacia la plenitud y la vida, en la que ya no habrá llanto ni dolor.
Ofrecemos también el mensaje que los Obispos Responsables de la Pastoral de la salud han elaborado para este año.Mensaje de los Obispos para la Pascua del enfermo