Antes del concilio Vaticano II no existía un tratado de Moral Fundamental.
La moral católica era concebida básicamente como una Casuística, es decir, como un sistema para solucionar casos de conciencia en función de la confesión.
La renovación propiciada por el Concilio Vaticano II abrió la moral al horizonte general de la Teología. La moral católica recuperó, así, el estatuto teológico que había perdido. Ello exigió crear un nuevo tratado: el de Moral Fundamental, en el que han de exponerse las bases teológicas del obrar moral cristiano.
Esta obra es una de las propuestas más completas de Moral Fundamental. Organiza los fundamentos del obrar moral cristiano en torno a tres núcleos:
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La Teologalidad
- : haciendo radicar la moral cristiana en el misterio trinitario y exponiendo la articulación entre “lo moral” y “lo teologal” en una síntesis ético-espiritual.
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La Eclesialidad
- : señalando el ámbito eclesiológico de la moral cristiana y viendo en esta un factor decisivo para construir la comunidad eclesial.
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La Mundanidad
- : enfatizando, por una parte, el diálogo entre la ética racional y la moral cristiana y, por otra, el compromiso de esta para la construcción del Reino de Dios en la historia humana.
A estos tres núcleos temáticos se añade una exposición sobre la Epistemología teológico-moral propiamente tal.
Es difícil que el lector encuentre un tratamiento tan sistematizado y tan desarrollado como el presente en otros manuales al uso.
Vida Nueva
Nueva Moral Fundamental. El hogar teológico de la Ética.<7p>
Autor: Vidal García, Marciano
Editorial: Perpetuo Socorro